"Ticollage City" es el nombre de la primera exhibición individual de Costa Rica en la Bienal de Venecia, cuyo curador principal será el arquitecto alemán Oliver Schütte y la comisionada adjunta Marije van Lidth de Jeude -antropóloga y economista holandesa-, ambos de la oficina A-01.
Subtitulado "el círculo vicioso de la segregación social y fragmentación espacial en la Gran Área Metropolitana de Costa Rica (GAM) 1914-2014", el equipo curador lee en la expansión urbana de esta conurbación costarricense, un "híbrido rurbano espacialmente fragmentado y socialmente segregado", cuyo desarrollo hacia los suburbios contrasta con el estancamiento de los respectivos centros históricos. No obstante, esta situación ha intentada ser sopesada con el reciente anuncio del proyecto ganador de la nueva Asamblea Legislativa costarricense, impidiendo "un atractor arquitectónico y programa urbano migre hacia los suburbios".
Los curadores advierten en este proyecto "la superposición y el salto de escala" de una ciudad anclada en el siglo XX al presente, apostando a discutirlo en la primera propuesta individual de Costa Rica en la presente edición de la Bienal de Venecia, y que presentamos después del salto.
Hoy en día, más del 64% de la población de Costa Rica –llamados Ticos– es clasificada como urbana; muy por encima de la media mundial (50%), pero por debajo de América Latina (80%), la región más urbanizada del mundo. La gran mayoría de estos ciudadanos vive en menos de 4% del territorio del país: la Gran Área Metropolitana (GAM), compuesta por las ciudades históricas de Alajuela, Cartago, Heredia, San José, y sus áreas metropolitanas.
Cuando se mira la GAM desde arriba, se ilustra dramáticamente lo que Rem Koolhaas describió una vez como “campos de potencial” en una cultura de desarrollo neoliberal, o lo que Mike Davis denomina “urbanismo lanzado desde el aire” (airdrop urbanism). El conglomerado mide aproximadamente 1,5 veces el tamaño de Los Ángeles, con sólo dos tercios de la cantidad de habitantes, por lo que despliega un híbrido rurbano espacialmente fragmentada y socialmente segregada.
Las ciudades individuales se han expandido hacia el exterior para sustituir usos rurales, lo que resulta en un collage aparentemente aleatorio de mundos de vida dispersos: los parques naturales o campos agrícolas colindan comunidades cerradas de clase alta, barrios marginales, zonas industriales, parques de oficinas, centros comerciales o zonas francas. Los centros urbanos históricos ahora son una tipología entre muchas y tienen que competir con sus rivales suburbanas para obtener habitantes e inversiones.
La modernista separación de las funciones, y la movilización continua de gente que causó, ha llevado a niveles preocupantes de contaminación ambiental, así como una percepción casi absurda de la inseguridad en los contemporáneos centros urbanos y periferias de baja densidad. La mayoría de los edificios y desarrollos capsulares está protegida por un ejército de guardias y perros, cámaras de vigilancia, alambres de púas o cercas eléctricas. La imagen de Costa Rica como un país amante de la naturaleza y la paz es desmentida y caricaturizada en sus ciudades.
Un crecimiento exponencial del desarrollo en los suburbios es contrarrestado por el estancamiento del desarrollo en los centros urbanos históricos. Las consecuencias más extremas se pueden ver en la capital San José, con 1,2 millones de “usuarios” diarios, que dejan atrás una población residente de tan solo 50.000 en la noche. La capital aún alberga la mayor parte de las instituciones públicas y de las maravillas de la arquitectura costarricense, pero muchos edificios históricos han sido demolidos para crear espacio para los parqueos que sirven a la flota de vehículos requeridos por los viajeros rurbanos.
Una necesidad de repensar el papel de los centros urbanos, así como su interdependencia dentro de la GAM es evidente, pero una serie de enfoques de planificación y zonificación gubernamental han fracasado hasta ahora. En este contexto, damos un vistazo más de cerca al desarrollo urbano y arquitectónico de San José a lo largo de los últimos 100 años y presentamos el concurso de la nueva Asamblea Legislativa como último píxel en esta línea de tiempo, que se supone que comience su construcción en 2014. Situado en el histórico “Centro de Poder” (de la ciudad y el país en su conjunto), este muy debatido complejo de edificios impediría que una representación política importante, un atractor arquitectónico y programa urbano migre hacia los suburbios.
Para el jurado del concurso, el diseño ganador representa la forma más adecuada de introducir el programa de construcción requerido en el tejido urbano existente y en el contexto directo de las instituciones existentes. Sin embargo, el caso tiene diferentes lecturas. El capítulo nacional de ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios), se opone fuertemente a la decisión del jurado y la realización del diseño premiado, que –para ellos– interrumpe el contexto históricamente crecido de una manera inaceptable.
Independientemente del resultado final de esta discusión, el proyecto emblemático y polémico de la nueva Asamblea Legislativa ilustra dramáticamente la superposición y el salto de escala del urbe o ex-urbe de principios del siglo XX al del siglo XXI. Condensado en un único sitio histórico específico, simboliza la lucha de la ciudad vieja y nueva, del mundo viejo y nuevo, en el complejo proceso de la modernización.
Comisionado, curador principal: Oliver Schütte, A-01
Curadora y comisionada adjunta: Marije van Lidth de Jeude, A-01
Curadores adjuntos: Florencia Quesada Avendaño, Ofelia Sanou Alfaro, Javier Salinas
Colaboradores Creativos: Alvaro Rojas, Klaus Steinmetz, Carlos Araya Polonio, Lou Guthrie, Mauricio Herrera Palma, Ursula Grodzicka
Conceptualización y Diseño: A-01 conComunicación Global
Maqueta: Modelab, Marco Galofaro
Fotografía: Simon Photo Video, Plex Studio, Oliver Schütte / A-01
Archivos de Fotografía: Álvaro Castro Harrigan, Museo Nacional de Costa Rica, Junta de Andalucía, Colegio Federado de Ingenieros y Arquitectos, ONU-HABITAT, Colegio de Arquitectos de Costa Rica, A Foundation, Caja Costarricense de Seguro Social, Universidad de Costa Rica-Escuela de Arquitectura, Banco Nacional de Costa Rica, Nora Góngora Arroyo, Tomás Dueñas
Fotografía Aérea: Municipalidad de San José
Instalación sonora: Daniel Perlin
Paisajes Sonoros: Sergio Wiesengrund, Postformal Design, Green Noise
Producción de vídeo: Roberto van der Laat
IOS Desarrollo del App: Güink, Carlos Aguilar y Mariana López
Patrocinadores: Ministerio de Cultura y Juventud, Embajada de Costa Rica en Italia, Euromobilia, Edica, Plycem, Desarrollos Mega, Excetel, Grupo Baharet, Inventa, Grupo Interamericano, CPCA, Manig Unternehmensberatung
Pabellón comisionado por el Ministerio de Cultura y Juventud de Costa Rica